Política Rosa Guilló

13 enero 2007

La ‘Unión’ hace la fuerza

  • Postura ante la Unión Europea: europeísta

No podemos saber cómo sería España hoy si hace 21 años no hubiera ingresado en lo que entonces se llamaba Comunidad Económica Europea, pero lo que sí esta claro es que no sería como es en la actualidad. Y es que la evolución y el avance que ha desarrollado el país en este tiempo es el mejor ejemplo de los beneficios que la Unión Europea aporta.

Como dice el dicho popular, la unión hace la fuerza, y eso es, precisamente, lo que es la Unión Europea, un conjunto de países que luchan y trabajan por defender intereses comunes.

Europa es el marco de referencia de España, y ahí es donde tiene que hacerse fuerte. Es cierto que el sentido del europeismo todavía no está muy interiorizado por la sociedad española, pero hay que darle tiempo al tiempo, pues aunque el próximo 25 de marzo este conglomerado de veintisiete estados cumpla 50 años, todavía se encuentra “en pañales” respecto a Estados Unidos.

Pero en cualquier caso, España apoya a Europa y quiere estar ahí, tener presencia, tener fuerza. Y eso se demuestra tanto en el apoyo que los ciudadanos dieron a la Constitución Europea como en el hecho de que el presidente del Parlamento Europeo y el Alto representante de la Unión sean dos españoles, Josep Borrell y Javier Solana, respectivamente.

Ahora es el momento de agradecer todo lo que la Unión Europea ha dado ha España ayudando a que otros países también se desarrollen como nosotros lo hicimos. Ahora España puede construir Europa.

Política de ayer y de hoy

  • Conclusiones críticas de ‘Las anécdotas del Parlamento’

      1. Política y Periodismo. La relación entre la Política y el Periodismo
        siempre ha sido muy estrecha, algo que demuestra Carandell en su libro, ya que son dos disciplinas que se necesitan la una a la otra. En ‘Las anécdotas del Parlamento’ destaca el hecho de que los diarios de antes, especialmente los satíricos, pusieran con mucha frecuencia motes a los parlamentarios (por ejemplo, Juan Álvarez Mendizábal era llamado “el ilustre campanólogo”, “Juan y Medio” y “ministro universal”) , algo que en la prensa de hoy en día es impensable. Carandell también pone de manifiesto la importancia de la prensa cuando narra una anécdota en la que, durante las guerras africanas, un diputado integrista dijo “¡Y por qué no se aparecerá Santiago montado en su caballo blanco y acabará con los moros!”, a lo que un cronista de la época respondió “¡Porque hay periódicos!”.

      2. Encantadores de serpientes. La oratoria es un arte fundamental en el oficio de la política. Por ello, ya desde los primeros años del parlamentarismo español, los diputados tienen presente la importancia de las palabras para persuadir a los ciudadanos. Un ejemplo de ello y que Carandell destaca en su libro es el caso de Antonio Alcalá Galiano, al que llamaban “el ruiseñor de las Cortes”. Ese factor adquiere más importancia, si cabe, en la política actual, regida por una sociedad de la imagen y donde un gesto o un recurso literario mal utilizado puede costarle muy caro al político de turno.

      3. Crispación y enfrentamiento. Las tensiones y agresiones verbales en el hemiciclo es algo que no ha cambiado con el paso de los años. Hoy en día es fácil ver como los políticos se enzarzan en enfrentamientos y discusiones en los debates parlamentarios, un hecho que antes también sucedía y en el que en una ocasión, como describe Carandell en un episodio, dos diputados, Antonio de los Ríos y González Brabo, llegaron a batirse en duelo.

      4. Discursos eternos. Una cosa que sí que ha cambiado entre los políticos de antaño y los actuales es la duración de los discursos. Hoy, sus señorías tienen un tiempo limitado para exponer sus argumentos, sin embargo, en las antiguas Cortes no había ninguna restricción, por lo que en alguna ocasión se podían llegar a efectuar intervenciones que ocuparan toda una sesión. En 1854 hubo un intento de limitar el tiempo de los discursos a media hora para las cuestiones principales y a cinco minutos para las réplicas y contrarréplicas, pero no prosperó.

      5. El Diario de Sesiones, fundamental. La labor de los taquígrafos, que en algunas ocasiones está olvidada, es muy importante para conservar y tener un soporte documental, más allá de la prensa, que no lo recoge en su totalidad, de lo que sucede en lo debates parlamentarios. Gracias a los Diarios de Sesiones hoy podemos conocer todo lo que ha sucedido en el hemiciclo desde que se instaurara en 1810.

      6. Proceso de documentación. La obra Luis Carandell demuestra un largo proceso de documentación por parte del autor, que ha tenido que recurrir a los Diarios de Sesiones desde 1810 para recopilar las mejores anécdotas acaecidas en las Cortes. Una labor nada sencilla si tenemos en cuenta que, además, el periodista realiza una breve contextualización de cada uno de los episodios que incluye el libro para facilitar la comprensión del lector.

      7. La religión, siempre presente en el hemiciclo. Antaño la religión constituía un papel muy importante en la sociedad, por lo que el clero era un elemento fundamental de la política. De este modo, era común que se debatiera en la Cámara cuestiones religiosas como la elección del patrón de España, por ejemplo. Hoy en día, la religión ya no está tan presente, aunque sigue siendo un fuerte elemento social y, en muchas ocasiones, se debaten cuestiones relacionadas con este asunto, como cuando se tuvo que decidir si la asignatura de religión debería de ser obligatoria o no en los colegios.

      8. El político de ayer, el político de hoy. Leyendo ‘Las anécdotas del Parlamento’ nos damos cuenta de que la figura del político no ha cambiado tanto a lo largo de los años. La oratoria sigue constituyendo una parte muy importante de su labor ante la opinión pública y se siguen “echando los trastos a la cabeza” ante la más mínima ocasión. Han evolucionado con la lógica del tiempo, pero continúan manteniendo la misma esencia.

      9. La crónica parlamentaria como un género diferente. La crónica parlamentaria es un genero periodístico muy particular, que incluso llega a rozar una vertiente literaria. A través de ella el periodista no sólo informa de los asuntos que se tratan en la sesión o del contenido de los discursos, sino que aporta un valor añadido describiendo detalles, gestos o ambientes que permiten componer un texto mucho más profundo.

      10. La anécdota, otra forma de contar la historia. A través de anécdotas y curiosidades sucedidas en las Cortes durante casi dos siglos, Luis Carandell consigue acercar al público la política, a la que muchas veces siente rechazo, y mostrar la cara más amable de quienes forman y han formado parte de ella. Es una forma diferente de narrar la historia del parlamentarismo español sin caer en el tedio y el aburrimiento.

      El lado más humano de las Cortes

      • Resumen de ‘Anécdotas del Parlamento’ y biografía del autor

      Desde la instauración del parlamentarismo moderno en España con la puesta en marcha de las primeras Cortes (en Isla de León el 24 de septiembre de 1810) hasta el momento actual, cerrando el capítulo de curiosidades con el famoso “¡Manda huevos!” de Federico Trillo, Luis Carandell realiza un recorrido por la trayectoria del hemiciclo español durante sus casi dos siglos de existencia, exceptuando los cuarenta años de dictadura franquista.

      Con su obra, donde recopila un total de 369 episodios, Carandell acerca al lector la parte más humana de los políticos, unos personajes a los que estamos acostumbrados a ver en una dimensión superior, al tiempo que destaca la consecución de algunos momento históricos protagonizados en el Parlamento. Todo ello sin olvidar el papel de la prensa y de los cronistas del momento, que ejercían una crítica satírica y sagaz contra sus señorías.

      De este modo, en el libro se incluyen desde cuestiones más históricas sobre el por qué se denominó a la Constitución de Cádiz “la Pepa”, el papel de Isabel II en la consecución de la España parlamentaria o la negativa de Fernando VII a constituir un sistema bicameral (“¿Dos? ¡Pero si no puedo con una!”), a otras más curiosas y divertidas como las características de la vestimenta de los primeros inquilinos de las Cortes y las críticas que la prensa hacía al respecto, quiénes eran los diputados que menos intervenían en la Cámara (los culiparlantes), las disputas para determinar quién sería el patrón de España (Santiago Apóstol o Santa Teresa) o quién fue el primer taquígrafo que tomó acta de las sesiones de las Cortes (Miguel Cuff).

      Sobre el autor

      Luis Carandell era uno de esos periodistas a los que se denomina “de raza”. Nació en Barcelona en 1929 y con apenas veinte años se introdujo de pleno en el mundo del Periodismo.

      Es licenciado en Derecho y de su trayectoria profesional, que ha desarrollado tanto en prensa como en radio y televisión, destaca su faceta de corresponsal en países como Egipto, Tailandia, Singapur, Ceilán o la Unión Soviética, y su labor como cronista parlamentario, especialmente durante la Transición española.

      En prensa escrita, fue colaborador de la revista Triunfo, donde popularizó su columna Celtiberia Show, así como redactor del semanario Cuadernos para el Diálogo y columnista de Informaciones, Diario 16 y El País, entre otros.

      En el ámbito audiovisual, fue cronista parlamentario de Televisión Española, donde también condujo el Telediario del fin de semana, y presentador de programas de índole cultural como Carandelario, de Antena 3. También tuvo una gran presencia a través de la ondas en emisoras como Antena 3 Radio, Radio Voz y Radio Nacional de España.

      En 1995 fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo otorgada por el Consejo de Ministros. Falleció en Madrid el 29 de agosto de 2002 a la edad de 73 años.

      Error del Gobierno, responsabilidad de los ciudadanos

      • Conclusiones críticas de ‘Ensayo sobre la lucidez’

      1. Democracia frágil. ‘Ensayo sobre la lucidez’ plantea una situación que, aunque extraña, puede darse en nuestra sociedad. Saramago describe una democracia frágil, quebrantable e incapaz de dar respuesta a una situación de descontento de los ciudadanos expresada mediante el voto en blanco. Tras leer el libro es fácil plantearse qué sucedería en nuestro país si en las próximas elecciones se diera una situación similar, ¿se desmoronaría la democracia, como sucede en el libro, o nuestra clase política sabría encontrar una solución al problema?

      2. Eximir responsabilidades. Durante el desarrollo de la novela, los políticos echan la culpa del resultado electoral a la sociedad, a la que piden en reiteradas ocasiones que reconsidere su postura y a la que acusa de “no patrióticos” e invita a realizar un “riguroso examen de conciencia”. Pero, sin embargo, como mandatarios del país y responsables últimos de todo lo que en él sucede, en ningún momento se plantean qué han hecho mal para que el ochenta y tres por ciento de la población haya decidido votar en blanco. No hacen examen de conciencia, no tienen sentimiento de culpa y sólo dos ministros, el de Justicia y el de Cultura, se preguntan en qué han fallado.

      3. Medios de comunicación serviles. Los medios de comunicación, lejos de ejercer su función de garante de la democracia y de defensa de los intereses de los ciudadanos, se dedican a reprochar la “irresponsable” actitud del electorado, manteniendo así una actitud servil hacia el Gobierno. Posteriormente, con la declaración del Estado de Excepción, primero, y de Sitio, después, en los que se establece el control de los medios, encuentran la excusa perfecta para no implicarse.

      4. Vulneración de derechos esenciales. Para conseguir averiguar qué o quién está detrás del “movimiento del voto en blanco”, el Gobierno, no sólo hace gala de una actitud patética infiltrando espías en las colas de los colegios electorales o mediante el uso de polígrafos, sino que además vulneran derechos esenciales de los ciudadanos como el del secreto del voto. Además, para comprobar los resultados de las pesquisas de los espías retienen a 500 personas, a las que someten a presiones físicas y psicológicas.

      5. Mirar hacia otro lado. Tras comprobar que las investigaciones policiales que se están realizando no llevan a ninguna parte, el Gobierno, no contento con no asumir ningún tipo de responsabilidad y echar toda la culpa a la población, decide huir, trasladar la capital del país y dejar a la ciudad y a los ciudadanos abandonados a su suerte, aislada y cercada por el ejército, sin policías y con apenas una serie de servicios mínimos.

      6. Terrorismo de Estado. La incapacidad y falta de escrúpulos del Gobierno alcanza su máxima expresión cuando provoca la explosión de una bomba en una estación de metro con la que causa la muerte de treinta y cuatro personas, con el único fin de enfrentar a la sociedad y provocar discordias entre los “blanqueros” y los que habían votado a un partido político. Una acción que puede denominarse como terrorismo de Estado y que demuestra la mezquindad de los gobernantes y las barreras que son capaces de cruzar para conseguir sus objetivos, que en este caso era que la población rectificara su postura de votar en blanco.

      7. Sociedad consecuente y ejemplar. La sociedad que describe Saramago da un ejemplo de civismo, respeto y buena conducta. Mantiene la calma y la cordura cuando la ciudad es abandonada a su suerte, no recurre a la violencia en ningún momento y sus acciones o reivindicaciones son siempre pacíficas. Además, demuestra su buena voluntad en varios momentos del relato, como cuando ayudan a las personas que habían intentado abandonar la ciudad a recoger sus equipajes de los coches o cuando se disponen a limpiar las calles ante la huelga de basuras. Un comportamiento ejemplar que rompe todos los esquemas del Ejecutivo, que pensaba que los ciudadanos iban a montar en cólera y a establecer un caos absoluto.

      8. Falta de diálogo. Aunque muchos piensen lo contrario, mi opinión es que el diálogo entre las partes es fundamental para resolver un conflicto. El Gobierno sospecha que ese ochenta y tres por ciento de votos en blanco son fruto de un movimiento organizado, pero lejos de intentar conocer qué ha movido a los ciudadanos a depositar la papeleta en blanco en las urnas, se cierra en banda. No hace ningún intento por hablar con representantes sociales e intentar llegar a un acuerdo. La opción de establecer un diálogo con los gobernadores sí que es planteada, por su parte, por algunos ciudadanos, que barajan la posibilidad de ir a hablar con el alcalde, que tras la huída del Ejecutivo se queda como máxima autoridad en la ciudad, y explicarle que lo que está sucediendo no es un movimiento organizado y que votaron en blanco porque no les satisfacía ninguna de las propuestas electorales.

      9. Falsas apariencias. Cuando las investigaciones demuestran que la mujer que había sido señalada como impulsora del movimiento del voto en blanco no tiene ninguna implicación con el asunto, el Gobierno decide utilizarla como chivo expiatorio y culpabilizarla de todo lo que había sucedido. Sin embargo, el Ejecutivo es consciente de que esa persona no era la causante de que el ochenta y tres por ciento de la población votara en blanco, pero encontraron en ella una manera de aparentar que el problema estaba solucionado y el germen de ese movimiento revolucionario, erradicado. Era, por tanto, una simple apariencia para que las cosas volvieran a la normalidad.

      10. Historia realista con un estilo dinámico y sin rodeos. ‘Ensayo sobre la lucidez’ presenta un hecho factible narrado a través de una prosa ágil, dinámica y sin rodeos. Con un estilo muy particular, haciendo escaso uso de los puntos y disponiendo las diálogos a texto corrido, Saramago cuenta una historia que, por su verisimilitud y narrativa, minuciosa y con ciertos toques de sarcasmo, engancha desde el primer momento. Es una obra diferentes, interesante y muy sorprendente, que va pegando giros radicales e inesperados en momentos claves del relato y que no deja indiferente a nadie.

      Democracia en estado puro

      • Resumen de ‘Ensayo sobre la lucidez’ y biografía del autor
      Una sociedad crítica, responsable y consecuente con sus decisiones. Ése es el mundo que José Saramago describe en su obra ‘Ensayo sobre la lucidez’. La historia se inicia en una jornada electoral cuando la población de la capital de un país (que no se concreta), sin ponerse de acuerdo, sin conspiraciones y sin más intención que ejercer su derecho al sufragio, vota en blanco en masa y los resultados de esta opción superan el setenta por ciento. Ante el desconcierto de la clase política se decide repetir los comicios y el resultado del voto en blanco es aún más contundente, ya que la cifra aumenta hasta el ochenta y tres por ciento.

      Se genera, por tanto, una situación de vacío de poder y el Gobierno en funciones (que se mantiene el de la legislatura anterior) declara el Estado de Excepción. El Ejecutivo pone en marcha una serie de investigaciones y tras varias semanas sin que se produzca ningún resultado, endurece las medidas y declara el Estado de Sitio. Sin embargo, los días van pasando, las investigaciones y pesquisas policiales resultan nulas y, ante una situación casi insostenible que está apunto de desembocar en una guerra, el Gobierno decide huir y trasladar la capital a otra ciudad, dejando a la anterior aislada, cercada por el ejército y con el único poder del Ayuntamiento, con la esperanza de que la población reconsidere su postura y reconozca su error.

      Pero lejos de la situación de caos, robos, delincuencia y violaciones que auguraban los gobernantes, la sociedad da un ejemplo de civismo y actúa con serenidad. Esa normalidad con la que se vive el aislamiento empieza a poner nerviosos a los mandatarios que, para provocar el enfrentamiento y la discordia entre los habitantes, hacen explosionar una bomba en una estación de metro a causa de la cual fallecen treinta y cuatro personas, y culpa al “movimiento del voto en blanco” de ser el artífice de ese atentado.

      El punto más álgido de la historia se alcanza cuando un ciudadano de la antigua capital escribe una carta al Gobierno en la que señala a una mujer como la posible causante del “movimiento del voto en blanco”. El Ejecutivo pone en marcha una investigación y, a pesar de que no se demuestra la implicación de esta persona en dicho movimiento, la utilizan como cabeza de turco, la culpabilizan de ser la causante de toda la inestabilidad política y social que generaron los resultados electorales y acaba siendo asesinada.

      Sobre el autor

      José Saramago es uno de los escritores que goza de mayor prestigio en el panorama literario actual. Nacido en la ciudad portuguesa de Azinhaga hace ochenta y cuatro años, ha dedicado su vida a la literatura, el Periodismo y la política (es miembro del Partido Comunista Portugués).

      En 1947 publicó su primera novela, ‘Tierra de Pecado’, y tras un parón de más de veinte años, retomó su carrera literaria con el libro de poesías ‘Os Poemas Possíveis’. Pero fue ‘Alzado del suelo’, obra publicada en 1980, la que le reveló como el gran escritor maduro y renovador portugués.

      A partir de ahí su carrera ha sido imparable. Algunas de sus novelas más célebres son Memorial del convento (1982), El año de la muerte de Ricardo Reis (1984), La balsa de piedra (1986), Historia del cerco de Lisboa (1989), El evangelio según Jesucristo (1991) o Ensayo sobre la ceguera (1995), entre otras.

      En 1998 obtuvo el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose así en el primer escritor portugués en conseguirlo. Asimismo, ha sido distinguido por su labor con numerosos galardones y doctorados honoris causa (por las Universidades de Turín, Sevilla, Manchester, Castilla La Mancha y Brasilia) y ha recibido el Premio Camoes, equivalente al Premio Cervantes en los países de lengua portuguesa.

      08 enero 2007

      Un servicio más eficaz y ágil

      • Opinión de los afectados

      Pero quien conoce bien la labor que desempeñan los agentes de movilidad es la Policía Local, que trabaja codo a codo con ellos. Según el portavoz en Elche del Sindicato Profesional de Policías Locales de la Comunidad Valenciana (SPPLCV), José María Hurtado, desde que ha entrado en funcionamiento este cuerpo “el servicio de grúa es más eficaz y más ágil”.

      Para Hurtado, “con la llegada de los agentes de movilidad hemos ganado todos, por un lado la Policía Local, ya que se libera de un trabajo que era, esencialmente, burocrático, puesto que sólo tenía que firmar la multa, y por otro lado los ciudadanos, ya que se le da un servicio más rápido y ágil”.

      Según el Sindicato Profesional de la Policía Local, que es el mayoritario en el sector con más de 3.000 afiliados en la región, los agentes de movilidad “realizan un buen trabajo” y “deben tener capacidad sancionadora puesto que están cualificados para ello ya que han superado un examen que así lo acredita”.

      La misma opinión comparte el portavoz de la sección sindical de la Unión General de Trabajadores (UGT) en la Policía Local de Elche, Javier Talavera, para quien la incorporación del cuerpo de agentes de movilidad ha sido “todo un acierto”.

      Según Talavera, “con los agentes de movilidad el servicio de grúa ha ganado en eficacia porque tiene más autonomía y eso le permite desarrollar mejor su trabajo”. Asimismo, el portavoz sindical asegura que no han recibido quejas de los ciudadanos y que su relación con los agentes de la Policía Local “es muy buena”.

      El PP duda de que las multas de los policías auxiliares sean válidas

      • Opinión de la oposición

      La concejal del Partido Popular y representante del mismo en el consejo de Administración de Intesa, Rosa Campello, no comparte la opinión de Buyolo. La edil dice estar “a favor de la ordenanza”, pero defiende la abstención de su partido en la votación ya que considera que “las cosas deberían haberse hecho de otra forma” y que en ciertos aspectos “es irregular”.

      A su juicio, “la ordenanza es necesaria, de hecho llega con siete meses de retraso. Pero las cosas se han hecho al revés, lo normal habría sido hacer primero la ordenanza y después prestar el servicio”.

      Pero el aspecto que más dudas genera en el Partido Popular es la capacidad sancionadora de los agentes de movilidad. Según Campello “no está muy claro que puedan multar”, por lo que “hemos recurrido al Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana, para que sea un órgano independiente quien dictamine si la situación de estos agentes es regular o no”.

      Campello sostiene que el Partido Popular se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Madrid, y a diferencia de lo expresado por Buyolo, “nos han comunicado que este servicio nunca puede denunciar, sólo dirigir el tráfico”.

      “Esperaremos a que el Consejo Jurídico Consultivo de la Comunidad Valenciana nos dé su opinión para aceptar el convenio o emprender las acciones que sean necesarias”, ha sentenciado la edil popular.

      Por su parte, la concejal y portavoz de Esquerra Unida - L’Entesa, Ángeles Candela, ha señalado que su apoyo en la votación se debe a que la nueva ordenanza “solventa el problema de la cobertura legal de la grúa y se ha aceptado que en los arrastres tengan prioridad la doble fila y las rampas sobre los vados”.

      No obstante, Candela no está de acuerdo “en que haya dos secciones de la Policía” en este ámbito porque ese hecho “puede llevar a que se apliquen diferentes criterios sancionadores entre unos agentes y otros”.

      Buyolo asegura que la capacidad sancionadora de estos agentes es “completamente legal”

      • Opinión del Equipo de Gobierno

      La ordenanza reguladora del servicio de grúa municipal ha vuelto a enfrentar al Gobierno local con la oposición, especialmente con el Partido Popular. El concejal de Movilidad y Calidad Urbana y vicepresidente de Intesa, Federico Buyolo, defiende que el hecho de que los agentes de movilidad tengan capacidad sancionadora es algo “completamente legal”, como así lo recoge el artículo 53 de la Ley Orgánica 2/1986 de 13 de marzo, donde se indica que “los agentes de movilidad dependen de la Policía Local, son agentes de la autoridad y tienen competencia sancionadora”.

      Para Buyolo, la nueva ordenanza “adecua el servicio a la realidad actual”, ya que se viene aplicando desde el mes de junio, al tiempo que “mejora las cuestiones técnicas y económicas entre el Ayuntamiento y la empresa”. Además, “agiliza el servicio de cara al ciudadano, ya que no va a ser necesario esperar a que venga un agente de la Policía Local para proceder al traslado del vehículo”.

      Con este convenio, los dieciséis agentes de movilidad pasan a convertirse en auxiliares de la Policía Local. No obstante, "la función a llevar a cabo y su autoridad no es la misma. Los agentes de movilidad, por ejemplo, no llevan armas y están dirigidos a temas que tienen que ver sólo con el tráfico", ha especificado Buyolo, por lo que "se va a ganar en autonomía y, por tanto, en tiempo y recursos".

      Asimismo, el edil de Calidad y Movilidad Urbana ha explicado que para llevar a cabo la incorporación de los agentes de movilidad el Ayuntamiento se ha basado en el ejemplo de Madrid, que es la única ciudad española que dispone de este servicio. En este sentido, el concejal ha indicado que el responsable de dicho cuerpo, Pedro Ayuso Ruiz, que estuvo en Elche el pasado mes de noviembre para participar en las ‘VI Jornadas de Estudio: el accidente de tráfico y su entorno’, le comunicó que la función sancionadora de este cuerpo era correcta.

      Los agentes de movilidad podrán multar

      • Situación del pleno

      El Pleno del Ayuntamiento de Elche ha aprobado la ordenanza reguladora del servicio de grúa que establece la relación entre la Administración local y la empresa municipal Intesa y dota de función sancionadora al cuerpo de agentes de movilidad. El acuerdo ha contado con los votos a favor del Partido Socialista y de Esquerra Unida, mientras que el PP ha optado por la abstención.

      La ordenanza regula un servicio que se estaba prestando desde el pasado mes de junio y que, por tanto, se encontraba en situación irregular. El convenio establece que el Consistorio ilicitano pague el coste anual del servicio y ponga el personal necesario, mientras que Intesa será la encargada de poner a disposición de los agentes de movilidad las grúas y de gestionar el depósito de vehículos.

      El convenio ha estado rodeado de gran polémica por la dotación de función sancionadora a los dieciséis agentes de movilidad que integran el servicio, puesto que antes de que Intesa y la Administración local iniciaran su colaboración, la única competencia de estos agentes era dirigir el tráfico y arrastrar vehículos, mientras que para multar tenía que acudir un Policía Local.

      Sin embargo, con la nueva ordenanza, los agentes de movilidad pasan a ser policías auxiliares. Este hecho amplía sus funciones ya que, además de conducir las grúas, podrán sancionar a los infractores, por lo que la figura del agente local deja de ser necesaria para prestar este servicio.