Política Rosa Guilló

13 enero 2007

El lado más humano de las Cortes

  • Resumen de ‘Anécdotas del Parlamento’ y biografía del autor

Desde la instauración del parlamentarismo moderno en España con la puesta en marcha de las primeras Cortes (en Isla de León el 24 de septiembre de 1810) hasta el momento actual, cerrando el capítulo de curiosidades con el famoso “¡Manda huevos!” de Federico Trillo, Luis Carandell realiza un recorrido por la trayectoria del hemiciclo español durante sus casi dos siglos de existencia, exceptuando los cuarenta años de dictadura franquista.

Con su obra, donde recopila un total de 369 episodios, Carandell acerca al lector la parte más humana de los políticos, unos personajes a los que estamos acostumbrados a ver en una dimensión superior, al tiempo que destaca la consecución de algunos momento históricos protagonizados en el Parlamento. Todo ello sin olvidar el papel de la prensa y de los cronistas del momento, que ejercían una crítica satírica y sagaz contra sus señorías.

De este modo, en el libro se incluyen desde cuestiones más históricas sobre el por qué se denominó a la Constitución de Cádiz “la Pepa”, el papel de Isabel II en la consecución de la España parlamentaria o la negativa de Fernando VII a constituir un sistema bicameral (“¿Dos? ¡Pero si no puedo con una!”), a otras más curiosas y divertidas como las características de la vestimenta de los primeros inquilinos de las Cortes y las críticas que la prensa hacía al respecto, quiénes eran los diputados que menos intervenían en la Cámara (los culiparlantes), las disputas para determinar quién sería el patrón de España (Santiago Apóstol o Santa Teresa) o quién fue el primer taquígrafo que tomó acta de las sesiones de las Cortes (Miguel Cuff).

Sobre el autor

Luis Carandell era uno de esos periodistas a los que se denomina “de raza”. Nació en Barcelona en 1929 y con apenas veinte años se introdujo de pleno en el mundo del Periodismo.

Es licenciado en Derecho y de su trayectoria profesional, que ha desarrollado tanto en prensa como en radio y televisión, destaca su faceta de corresponsal en países como Egipto, Tailandia, Singapur, Ceilán o la Unión Soviética, y su labor como cronista parlamentario, especialmente durante la Transición española.

En prensa escrita, fue colaborador de la revista Triunfo, donde popularizó su columna Celtiberia Show, así como redactor del semanario Cuadernos para el Diálogo y columnista de Informaciones, Diario 16 y El País, entre otros.

En el ámbito audiovisual, fue cronista parlamentario de Televisión Española, donde también condujo el Telediario del fin de semana, y presentador de programas de índole cultural como Carandelario, de Antena 3. También tuvo una gran presencia a través de la ondas en emisoras como Antena 3 Radio, Radio Voz y Radio Nacional de España.

En 1995 fue galardonado con la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo otorgada por el Consejo de Ministros. Falleció en Madrid el 29 de agosto de 2002 a la edad de 73 años.

1 Comments:

At 18 enero, 2007 15:37, Blogger nomecentro said...

Quizá no cargaba las tintas al criticar a los políticos porque no necesitaba seguir las consignas de ningún medio. Se ganó la deferencia de los poderosos precisamente porque atendía al lado humano antes que a otra cosa. Durante un viaje a Las Hurdes los reyes lo esperaron mientras terminaba una gestión que lo entretuvo, para seguir en su compañía. No estaba en la cresta de la ola porque renunciaba a la polémica. Defender a las instituciones y reconocer méritos a políticos trabajadores puede no ser habitual pero podría no ser tan impensable.

 

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