Política Rosa Guilló

13 enero 2007

Error del Gobierno, responsabilidad de los ciudadanos

  • Conclusiones críticas de ‘Ensayo sobre la lucidez’

  1. Democracia frágil. ‘Ensayo sobre la lucidez’ plantea una situación que, aunque extraña, puede darse en nuestra sociedad. Saramago describe una democracia frágil, quebrantable e incapaz de dar respuesta a una situación de descontento de los ciudadanos expresada mediante el voto en blanco. Tras leer el libro es fácil plantearse qué sucedería en nuestro país si en las próximas elecciones se diera una situación similar, ¿se desmoronaría la democracia, como sucede en el libro, o nuestra clase política sabría encontrar una solución al problema?

  2. Eximir responsabilidades. Durante el desarrollo de la novela, los políticos echan la culpa del resultado electoral a la sociedad, a la que piden en reiteradas ocasiones que reconsidere su postura y a la que acusa de “no patrióticos” e invita a realizar un “riguroso examen de conciencia”. Pero, sin embargo, como mandatarios del país y responsables últimos de todo lo que en él sucede, en ningún momento se plantean qué han hecho mal para que el ochenta y tres por ciento de la población haya decidido votar en blanco. No hacen examen de conciencia, no tienen sentimiento de culpa y sólo dos ministros, el de Justicia y el de Cultura, se preguntan en qué han fallado.

  3. Medios de comunicación serviles. Los medios de comunicación, lejos de ejercer su función de garante de la democracia y de defensa de los intereses de los ciudadanos, se dedican a reprochar la “irresponsable” actitud del electorado, manteniendo así una actitud servil hacia el Gobierno. Posteriormente, con la declaración del Estado de Excepción, primero, y de Sitio, después, en los que se establece el control de los medios, encuentran la excusa perfecta para no implicarse.

  4. Vulneración de derechos esenciales. Para conseguir averiguar qué o quién está detrás del “movimiento del voto en blanco”, el Gobierno, no sólo hace gala de una actitud patética infiltrando espías en las colas de los colegios electorales o mediante el uso de polígrafos, sino que además vulneran derechos esenciales de los ciudadanos como el del secreto del voto. Además, para comprobar los resultados de las pesquisas de los espías retienen a 500 personas, a las que someten a presiones físicas y psicológicas.

  5. Mirar hacia otro lado. Tras comprobar que las investigaciones policiales que se están realizando no llevan a ninguna parte, el Gobierno, no contento con no asumir ningún tipo de responsabilidad y echar toda la culpa a la población, decide huir, trasladar la capital del país y dejar a la ciudad y a los ciudadanos abandonados a su suerte, aislada y cercada por el ejército, sin policías y con apenas una serie de servicios mínimos.

  6. Terrorismo de Estado. La incapacidad y falta de escrúpulos del Gobierno alcanza su máxima expresión cuando provoca la explosión de una bomba en una estación de metro con la que causa la muerte de treinta y cuatro personas, con el único fin de enfrentar a la sociedad y provocar discordias entre los “blanqueros” y los que habían votado a un partido político. Una acción que puede denominarse como terrorismo de Estado y que demuestra la mezquindad de los gobernantes y las barreras que son capaces de cruzar para conseguir sus objetivos, que en este caso era que la población rectificara su postura de votar en blanco.

  7. Sociedad consecuente y ejemplar. La sociedad que describe Saramago da un ejemplo de civismo, respeto y buena conducta. Mantiene la calma y la cordura cuando la ciudad es abandonada a su suerte, no recurre a la violencia en ningún momento y sus acciones o reivindicaciones son siempre pacíficas. Además, demuestra su buena voluntad en varios momentos del relato, como cuando ayudan a las personas que habían intentado abandonar la ciudad a recoger sus equipajes de los coches o cuando se disponen a limpiar las calles ante la huelga de basuras. Un comportamiento ejemplar que rompe todos los esquemas del Ejecutivo, que pensaba que los ciudadanos iban a montar en cólera y a establecer un caos absoluto.

  8. Falta de diálogo. Aunque muchos piensen lo contrario, mi opinión es que el diálogo entre las partes es fundamental para resolver un conflicto. El Gobierno sospecha que ese ochenta y tres por ciento de votos en blanco son fruto de un movimiento organizado, pero lejos de intentar conocer qué ha movido a los ciudadanos a depositar la papeleta en blanco en las urnas, se cierra en banda. No hace ningún intento por hablar con representantes sociales e intentar llegar a un acuerdo. La opción de establecer un diálogo con los gobernadores sí que es planteada, por su parte, por algunos ciudadanos, que barajan la posibilidad de ir a hablar con el alcalde, que tras la huída del Ejecutivo se queda como máxima autoridad en la ciudad, y explicarle que lo que está sucediendo no es un movimiento organizado y que votaron en blanco porque no les satisfacía ninguna de las propuestas electorales.

  9. Falsas apariencias. Cuando las investigaciones demuestran que la mujer que había sido señalada como impulsora del movimiento del voto en blanco no tiene ninguna implicación con el asunto, el Gobierno decide utilizarla como chivo expiatorio y culpabilizarla de todo lo que había sucedido. Sin embargo, el Ejecutivo es consciente de que esa persona no era la causante de que el ochenta y tres por ciento de la población votara en blanco, pero encontraron en ella una manera de aparentar que el problema estaba solucionado y el germen de ese movimiento revolucionario, erradicado. Era, por tanto, una simple apariencia para que las cosas volvieran a la normalidad.

  10. Historia realista con un estilo dinámico y sin rodeos. ‘Ensayo sobre la lucidez’ presenta un hecho factible narrado a través de una prosa ágil, dinámica y sin rodeos. Con un estilo muy particular, haciendo escaso uso de los puntos y disponiendo las diálogos a texto corrido, Saramago cuenta una historia que, por su verisimilitud y narrativa, minuciosa y con ciertos toques de sarcasmo, engancha desde el primer momento. Es una obra diferentes, interesante y muy sorprendente, que va pegando giros radicales e inesperados en momentos claves del relato y que no deja indiferente a nadie.