Los interrogantes del proceso de paz
- Editorial sobre la reaparición de ETA
El último acto protagonizado por la banda terrorista ETA durante la celebración del Gudari Eguna (El día del soldado vasco), en el que tres encapuchados, dos de ellos armados, aseguraron que la “lucha no es el pasado, sino el presente y el futuro”, añade una gran cantidad de interrogantes, dudas y miedos al proceso de paz.
A pesar de las ansias por que ETA abandone las armas, la ilusión por alcanzar el fin del terrorismo y las ganas de que los ciudadanos vascos puedan vivir en paz han nublado hasta ahora la realidad del proceso, aportando una cierta dosis de subjetividad que propiciaba una lectura positiva de todo lo que sucedía, seis meses después del anuncio del alto el fuego permanente cabe preguntarse si el camino adoptado por el Gobierno conduce a alguna parte y hasta qué punto la izquierda abertzale está unida, comprometida y dispuesta a abandonar la violencia.
La intensidad de los ataques de kale borroka y la última reivindicación expuesta por los tres encapuchados, donde expresaron la intención de la banda de “seguir luchando firmemente con las armas en la mano hasta conseguir la independencia y el socialismo en Euskal Herria” hacen pensar que, como ya ocurrió en la anterior tregua de ETA (1998-1999), la organización mantenga un pulso interno entre el sector político, encabezado entonces por Mikel Antza, y el apartado militar, liderado por Javier García Gaztelu, alias Txapote.
Lo triste es que desde el anuncio de alto el fuego la situación esta estancada y ha contribuido, si cabe, a crispar más la tensión entre ambas partes. Además, las últimas reivindicaciones no hacen sino que aumentar la desconfianza de la sociedad en este proceso, que se encuentra en punto muerto y es más un ente abstracto que una realidad palpable y con expectativas de futuro.
1 Comments:
La construcción y estructura de tu texto editorial es correcta, aunque nunca titules con interrogaciones.
José Luis
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